Negro y triste,

Azabache de plumas,

Insólito cisne del Bidasoa

Que te afanas por erguir el cuello entre tus congéneres blancos,

Orgullosos guardianes de usurpadas aguas.

Negro y triste

Recibiendo picos,

Aceradas dagas de luna afilada

Que castigan tu heredada condición

De ave galana del otro hemisferio.

Triste y negro,

No te queda otra que soportar el desprecio

De quienes no más te consideran que el otro,

Heráldico sable de oscuro plumaje

Que pretende anidar

Entre alba tribu de idéntico vuelo,

Sólo que de opuesta paleta.

Y aquí a uno de golpe le viene:

Pero…

¿Quién osa marcar lindes

A los cielos que surcan las aves?